Dicen que dejar de fumar alarga la vida, no se yo, a mi me la está acortando exponencialmente y voy a explicar por qué.
Debe hacer como 4 días que le di la espalda al compuesto mortal, que te resta y te mengua la vida como si de un cancer en estadio 4 se tratara, quizás como persona ilusa, esperaba que de forma inmediata me cambiara la vida, que mejoraría mi olfato y gusto, que mi piel dejaría de olrer a nicotina, que mis pulmones aumentarían su capacidad de oxigenación así, a lo bestia.
Pues claro, yo con esas altas expectativas ayer me dije: voy a salir a correr!- cuando en realidad quiero decir voy a salir a caminar a trompicones. Y efectivamente, la intuición no me falló, tremenda hostia me pegué con 15 minutos caminados, me torcí el tobillo en un caminejo del demonio, es lo que tenemos las pseudo burguesas venidas a menos, la torpeza, salvo que sea un buen asfaltado.
El resultado final ha sido poco en realidad, tobillo torcido e inflamado y las manos, eso sí, hechas una mierda de apoyarme en el suelo pedregoso y polvoriento. Ahí me di cuenta de que los perros no son tan fieles y empaticos como nos hacen creer, alli tirada me quedé llena de polvo blanquecino, mirando a mi perra y esperando que se comportara como un San Bernardo rescatador y me ayudase a levantar mi baldío cuerpo-rastrojo, pues no, así de claro, NO! Siguió caminando, oliendo hierbajos y meando cada piedra que asomaba.
Así que todo esto me lleva a una moraleja: Si dejas de fumar, camina con bastones por que tu amigo no te va a salvar.
Debe hacer como 4 días que le di la espalda al compuesto mortal, que te resta y te mengua la vida como si de un cancer en estadio 4 se tratara, quizás como persona ilusa, esperaba que de forma inmediata me cambiara la vida, que mejoraría mi olfato y gusto, que mi piel dejaría de olrer a nicotina, que mis pulmones aumentarían su capacidad de oxigenación así, a lo bestia.
Pues claro, yo con esas altas expectativas ayer me dije: voy a salir a correr!- cuando en realidad quiero decir voy a salir a caminar a trompicones. Y efectivamente, la intuición no me falló, tremenda hostia me pegué con 15 minutos caminados, me torcí el tobillo en un caminejo del demonio, es lo que tenemos las pseudo burguesas venidas a menos, la torpeza, salvo que sea un buen asfaltado.
El resultado final ha sido poco en realidad, tobillo torcido e inflamado y las manos, eso sí, hechas una mierda de apoyarme en el suelo pedregoso y polvoriento. Ahí me di cuenta de que los perros no son tan fieles y empaticos como nos hacen creer, alli tirada me quedé llena de polvo blanquecino, mirando a mi perra y esperando que se comportara como un San Bernardo rescatador y me ayudase a levantar mi baldío cuerpo-rastrojo, pues no, así de claro, NO! Siguió caminando, oliendo hierbajos y meando cada piedra que asomaba.
Así que todo esto me lleva a una moraleja: Si dejas de fumar, camina con bastones por que tu amigo no te va a salvar.
